edificio rehabilitado con mucho gusto, jacuzzi en la habitación, vistas a la sierra de Gredos

Sería ideal tener una balda en la ducha para los productos de higiene!!! el ruido del bar puede llegar a ser molesto, aunque se calma después de medianoche.

Pasamos dos noches y nos encantó la experiencia. La habitación era muy acogedora, y tener jacuzzi fue un gran plus después de un día explorando la zona. Lucía y Rodrigo se portaron genial con nosotros y con nuestra mascota, haciendo que nos sintiéramos realmente en casa. Además, el desayuno fue una delicia, con mucha variedad y todo muy fresco.

El jacuzzi en nuestra habitación fue un verdadero lujo.

La experiencia fue muy decepcionante. Tuvimos que lidiar con un ruido constante del bar justo debajo de nuestra habitación, lo que hizo que dormir fuera complicado. Además, la variedad y cantidad del desayuno fue insuficiente. se acabaron varias opciones temprano y no había suficiente para todos los huéspedes. Esto realmente afectó nuestra impresión general del hotel, ya que esperábamos más después de leer tan buenas críticas.

El jacuzzi en la habitación fue un lujo absoluto después de un día explorando los bellísimos paisajes de la zona.

La opción de desayuno podría mejorar, ya que se acabaron varios platos antes de que pudiéramos servirnos.

El desayuno fue sabroso, aunque la variedad y cantidad de opciones podría mejorar, ya que se acabaron algunos platos temprano. Aprecié la limpieza y la comodidad de la habitación, pero el ruido del bar en el pueblo se escuchaba bastante durante la noche. Una opción de ventilador habría sido bienvenida para las tardes calurosas. En general, una experiencia agradable pero con detalles a tener en cuenta.

El ruido del bar fue molesto, pero la cama era súper cómoda.

Una experiencia inolvidable en un lugar acogedor

El trato de Lucía y Rodrigo fue excepcional. nos hicieron sentir como en casa. El último día, Lucía nos sorprendió con un detalle encantador en el desayuno. Sin duda, un sitio ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza.

Pasamos dos noches maravillosas en este hotel. La habitación era acogedora y el jacuzzi fue una delicia después de un largo día explorando los alrededores. Lucía y Rodrigo se esforzaron por hacernos sentir como en casa, ¡un detalle que apreciamos mucho!

El ruido del bar fue algo molesto.

La ubicación es perfecta, cerca de la parte del Jerte y de Gredos. Las instalaciones muy limpias, y el jacuzzi en nuestra habitación fue un lujazo después del frío (totalmente recomendable! ). El aparcamiento está justo en el hotel, lo cual fue súper cómodo.

Ninguna queja.

buena experiencia pero con algunos detalles a mejorar

La amabilidad de Lucía fue excepcional, nos preparó una cena deliciosa y nos hizo sentir como en casa. Ademá, Rodrigo tuvo un gesto muy atento al darnos un plástico para los cristales del coche, algo útil con el frío que hacía. La vista desde nuestra habitación del entorno montañoso fue un verdadero regalo para los ojos.

El ambiente en el bar puede ser un poco ruidoso en horas pico.